Juan Carlos Romero | @jcromero
Perrine (Isabelle Carré) es una músico “casi profesional”, subempleada, que vive de (des)animar fiestas de cumpleaños en las que sus talentos están lejos de ser apreciados. Camino a una celebración, de manera accidental, un día hace caer a un hombre en un depósito de escombros, dejándolo en coma.
¿Me amarás cuando despiertes? es una comedia romántica francesa candorosa, en la que nuevamente –a decir de la crítica– sus protagonistas son personajes destartalados, solitarios que permiten sonreír frente al pesimismo y cinismo que caracteriza a otras historias modernas.
Perrine, la heroína de este relato, es un poco torpe para mantenerse a flote económicamente, pero a la vez compasiva, sentimental y capaz de establecer una relación digna de Amélie con un ratón que ronda por su departamento. Su deber moral no sólo le dicta mantenerse al tanto del estado de este desconocido, sino hacerse cargo de sus obligaciones que incluyen el cuidado de un perro, hacerse cargo de la custodia parcial de un hijo e incluso su trabajo como maestro de canto.
Este comportamiento neurótico derivado de la culpa y que no deja de recordar un poco a Sandra Bullock en Mientras dormías (Jon Turteltaub, 1995), da pie a una serie de enredos y equívocos que su protagónica intenta sortear con bastante éxito, pues le permite poner pausa a su propia vida para vivir la del otro.
Es así como esta joven solitaria a punto de despeñarse en el patetismo se convierte, gracias al tono que impone la directora en una frágil y encantadora mujer a la que uno desea que le vaya bien. Afortunademente, la fantasía no es tan compleja para no hacerse realidad en los agradecibles pocos minutos en que se desarrolla. |