BAJO LA SAL

DIRECCIÓN: Mario Muñoz
TÍTULO ORIGINAL: Bajo la sal (2008)
PAÍS: México
GUION: Ángel Pulido, Mario Muñoz
FOTOGRAFÍA: Serguei Saldívar Tanaka
MÚSICA: Federico Bonasso
DURACIÓN: 125 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Bajo la sal es uno de esos trabajos que no se ven venir. Afortunado debut de Mario Muñoz, la cinta es un thriller policiaco que mira tangencialmente al conocido caso de Ciudad Juárez y cuenta una historia sobre varios asesinatos cometidos contra mujeres jóvenes en los pantanos salados de la zona de Guerrero Negro, que aquí toma el nombre ficticio de Santa Rosa de la Sal.

Acaso como objeciones, podemos hablar de un filme un poco largo (poco más de dos horas) y un final que, aunque contundente, se desenmadeja sin sorpresa. Los peros, sin embargo, no logran arrancarle a Muñoz sus dos mayores logros: una puesta en escena imaginativa y verosimil por lo que hace a sus personajes y las situaciones que plantea.

Aunque comidos por momentos por diálogos demasiado estructurados, el comandante Trujillo (Humberto Zurita) y el jefe Salazar (Emilio Guerrero), los dos policías en la historia, trascienden esa imposibilidad del cine mexicano de representar creíblemente un trabajo serio de investigación en un área cualquiera de las policías mexicanas, sin convertirse en una caricatura del modelo estadounidense. El guion no sólo les da defectos, sino que a la vez que los presenta como viejos amigos, los confronta y los vuelve reprensibles desde el punto de vista de la ética personal.

Los personajes, en todos sus niveles, logran proyectar a seres reales, no sólo las figuras esquemáticas esbozadas en el guion. El trabajo se nota; hay preocupación porque cada uno de los papeles tenga su propia complejidad y cualquiera genere alguna inquietud. En este sentido, es notable lo que se hace con Víctor (Ricardo Polanco), el joven hijo del dueño de una funeraria, aparentemente muy interesado en las desapariciones, y cuya vida interna es retratada a través de las cintas gore que el muchacho elabora usando la técnica stop-motion (cuadro por cuadro) en varias muñecas Barbie.

Bajo la sal rehuye el efectismo de las escenas "audaces" de sexo y violencia al contrario de otras cintas que abundan en ellas como si por sí mismas aportaran algo. A cambio, nos ofrece a una Irene Azuela que crece como actriz (no cantante ni portada de revistas para caballeros; actriz), sin aspavientos, y que se desnuda no para merecer una nota de su "hazaña" en los diarios, sino en beneficio de una historia que viene a cambiar el tono penoso que otras producciones mexicanas habían puesto.

A todo lo bueno que puede hallarse en la ópera prima de Mario Muñoz habría que añadirle que también se desmarca de esta tendencia del cine casero de convertirse en escaparate de grupos de pop que están de moda, para hacer un soundtrack con material de Radiohead y Marilyn Manson.

Las fortalezas superan a las debilidades; el guion pierde hacia la parte final, aunque sin ceder por completo a un final ideal para el espectador. Pocas cosas están de más, el arranque de esta carrera en el cine es por demás bueno.

 
 
 
 
  

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.