EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON

DIRECCIÓN: David Fincher
TÍTULO ORIGINAL: The Curious Case of Benjamin Button (2008)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Eric Roth; basado en un relato de F. Scott Fitzgerald
FOTOGRAFIA: Claudio Miranda
MÚSICA: Alexandre Desplat
DURACIÓN: 166 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

El curioso caso de Benjamin Button es un cuento fantástico cuyos principales rasgos sirven como base de la película homónima de David Fincher. La adaptación libre de la obra ha hecho crecer el relato de unas cuantas cuartillas a un guion de 170 páginas. El hilo argumental de ambas es el mismo: su protagonista es un hombre nacido en circunstancias extrañas, pues presenta todas las características de un anciano de 80 años; al paso de los años, lejos de aproximarse más a la muerte, su cuerpo experimenta una "involución", haciéndose más joven.

A diferencia del cuento de F. Scott Fitzgerald que plantea escenas grotescas como la de un septuagenario obligado a llevar pañal y a jugar con un sonajero (limitándose a esbozar los absurdos de la vida cotidiana de alguien que experimenta un proceso vital en sentido contrario al de sus seres queridos), el filme se centra en varias pequeñas y peculiares anécdotas del protagonista y otras invisibles historias de vida que suceden en torno a él.

Al igual que en Forrest Gump, la vida de Benjamin Button (Brad Pitt) es en cierto modo un recorrido por varios hechos que definieron el siglo XX, aunque de manera más tangencial. La vida es vista todo el tiempo como un milagro y eso sólo se logra a través de la mirada inocente de alguien por encima de las circunstancias políticas o las crisis económicas. A final de cuentas, apunta el guion en varios momentos, todos nos vamos de la misma manera, después de cumplir un ciclo; son las oportunidades las que definen nuestras vidas.

Más interesante que la historia de amor que fluye forzadamente entre el protagonista y Daisy (Cate Blanchett), su amiga de la infancia, son los personajes secundarios quienes a través de sus propios relatos van sembrando vida en la película: el viejo que ha sobrevivido al impacto de siete rayos, el capitán de un barco remolque que se reveló a los deseos de su padre o el primer amor de Benjamin, una mujer quien tras fracasar en su juventud al intentar cruzar a nado el Canal de la Mancha, vive una vida aburrida como esposa de un diplomático.

Es difícil saber si detrás de las viñetas armadas por Fincher hay más que la intención de dar momentos conmovedores para intentar la búsqueda del Oscar. De hecho, resulta indescifrable la idea de ubicar el inicio y fin de esta fantasía en Nueva Orleáns durante las horas previas al paso del huracán Katrina, a no ser que se trate de puro sentimentalismo.

Lo cierto es que El curioso caso de Benjamin Button se sostiene por un irreprochable logro técnico que nos permite observar no sólo el gradual declive de sus personajes, sino el asombroso rejuvenecimiento de Pitt y Blanchett incluso muy por debajo de su edad actual. Por supuesto, esto sería nada si el filme no fuera interesante, pero lo es pese a sus casi tres horas de duración y sus caídas normales. En todo caso el tiempo dirá acerca de su verdadero valor.

 
 
 
 
  

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