BOLT: UN PERRO FUERA DE SERIE

DIRECCIÓN: Chris Williams, Byron Howard
TÍTULO ORIGINAL: Bolt (2008)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Chris Williams, Dan Fogelman
MÚSICA: John Powell
DURACIÓN: 96 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Con claras referencias a The Truman Show (Peter Weir, 1998) y las dos cintas de Toy Story que Disney y Pixar convirtieron en éxitos en los noventa, Bolt puede contarse entre los filmes infantiles animados más rescatables del año. Su falta de originalidad es compensada tanto por sus logros técnicos, como por la simpatía que genuinamente despierta la mayoría de sus personajes.

Bolt es un perrito que no ha tenido otra vida que la de un estudio de televisión; desde cachorro ha sido educado para creer que el mundo es tal como lo pinta el programa en el que trabaja sin saberlo —en el cual se supone que tiene superpoderes y es mascota de Penny, una niña que todo el tiempo vive aventuras increíbles.

Un día, por accidente, Bolt escapa del remolque donde vive confinado y tiene que enfrentarse al mundo real, donde descubre que sus habilidades especiales no existen, por lo que se ve obligado a depender de la ayuda de Mittens, una gata callejera, y un hamster que vive en una burbuja de plástico.

Varios son los puntos a favor de la película, empezando —en serio— por el acertado trabajo de los actores encargados del doblaje para Latinoamérica, discreto, sin protagonismos y con una breve pero desternillante participación de Les Luthiers como un trío de palomas.

Si bien es cierto que el perrito tiene las características de Buzz Lightyear de la original Toy Story y la gatita Mittens recuerda a Jessie, la vaquerita de la secuela, Bolt se diferencia de aquellas dos películas en su crítica a la industria del cine y la televisión infantil así como a los productores que del trabajo de niños actores y animales se aseguran una vida de comodidades sin ninguna otra consideración que no sea "así es el negocio".

Aunque no ha claudicado del todo en su afán de matar de aburrimiento a las nuevas generaciones con formatos viejos, Disney ha empezado a arriesgarse (ya sin la ayuda de Pixar) en la búsqueda de una película que marque verdaderamente un punto de inflexión en su filmografía animada. John Lasseter, responsable último de esta producción, ha conseguido ya hacer la diferencia con Bolt, que si bien cumple con transmitir un predecible mensaje aleccionador, lo hace sin sermones, imprimiéndole energía desde su secuencia inicial.

 
 
 
 
  

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