EL HIJO DE LA NOVIA

DIRECCIÓN: Juan José Campanella
TÍTULO ORIGINAL: El hijo de la novia (2001)
PAÍS: Argentina-España
GUION: Juan José Campanella, Fernando Castets
FOTOGRAFIA: Daniel Shulman
MÚSICA: Ángel Illarramendi
DURACIÓN: 123 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

A los 42 años, Rafael Belvedere (Ricardo Darín) es propietario de un restaurante que le heredó su padre, lleva tres años divorciado y no ha logrado ser el mejor de los padres para su hija. Vive constantemente colgado del teléfono, enderezando los problemas del negocio, pero paradójicamente es incapaz de comunicarse con nadie ni con nada: nunca tiene tiempo y vive huyendo del compromiso con su novia Natalia (Natalia Verbeke).

Rafael es —según lo describe alguien—"como uno de esos malabaristas chinos que van corriendo de palo a palo para que no se le caigan los platos". Su único tiempo de paz le llega en las madrugadas, cuando enciende el televisor para ver los viejos episodios de El Zorro, su héroe de la niñez.

Detrás de todo ello, está la historia de sus padres, Nino y Norma Belvedere (Héctor Alterio y Norma Aleandro), quienes hace tiempo dejaron el negocio familiar en sus manos. Ella, hace más de un año que se encuentra internada en un hogar para ancianos, enferma de Alzheimer, y él sólo vive para visitarla cada día. Tras una vida de trabajo duro, Nino ha decidido dejar atrás sus viejas convicciones comunistas y darle a su esposa el regalo que nunca quiso darle en salud: casarse con ella por la Iglesia, sin importar que en su estado ella quizás no lo note.

El hijo de la novia está contada con una nostalgia inmensa, con mucho sentido del humor y además, con mucha inteligencia. Sin mantenerse ajena a ciertas convenciones, sus historias de amor son abarcadoras.

El guion de Campanella y Fernando Castets habla como un hecho simple de un hombre que después de 44 años de matrimonio sigue enamorado de la mujer con la que se casó. Sin embargo, a partir de ahí, los otros personajes hablan de su propia incapacidad para entender y ser parte de un acto semejante. Lo hacen sin la falsa grandilocuencia (por ejemplo) de la mexicana Sexo, pudor y lágrimas, cuyos personajes fracasan tratando de parecer inteligentes y profundos, declamando frases pretenciosas de sabiduría enlatada como si fuesen grandes verdades.

Lo cotidiano es así: el dolor, las preocupaciones, las cosas que mueven al mundo a veces no parecen grandiosas. El hijo de la novia tiene ese algo de sorpresa por las cosas sencillas, capaces de sacudirlo a uno cuando nos es dado advertirlas. Esta cinta argentina estuvo nominada al Oscar 2001 como Mejor Película en Lengua Extranjera. La actuación de Ricardo Darín, Héctor Alterio, Norma Aleandro, Eduardo Blanco, Natalia Verbeke y Gimena Nóbile hace de sus personajes seres verdaderamente entrañables, lo cual explica todo lo demás.

 
 
 
 
 
       

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.