LA ISLA

DIRECCIÓN: Michael Bay
TÍTULO ORIGINAL: The island (2005)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Caspian Tredwell-Owen, Alex Kurtzman, Roberto Orci
FOTOGRAFIA: Mauro Fiore
MÚSICA: Steve Jablonsky
DURACIÓN: 136 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

No hace falta más que ver Pearl Harbor (2001), Armageddon (1998) o Bad boys (1995) para saber lo que puede esperarse del trabajo de Michael Bay como director: un gasto millonario en el diseño de producción que, sin embargo, no logra sepultar la ausencia de guion.

Lincoln Eco-Seis (Ewan McGregor) y Jordan Delta-Dos (Scarlett Johansson) viven en un mundo postapocalíptico que ha sido reducido a la ruina. Ellos, como cientos más, se encuentran en una especie de cápsula aislada en la que todos se comportan como autómatas, carecen de capacidad de juicio, además de que están sometidos a reglas rígidas que les impiden cuestionar cualquier cosa; lo único que los mueve, es la esperanza de ir a la "La Isla", el último lugar incontaminado en el planeta.

Por circunstancias fortuitas —ni tan fortuitas en realidad— los protagonistas descubren que todo es una mentira, pues sólo son clones cuya utilidad es proveer a los humanos de órganos para trasplantes.

Lo que viene si bien es lo mejor de la película, también es fastidiosamente previsible: una persecución de una hora o más, enmarcada por explosiones, autos que se hacen pedazos mientras corren a altas velocidades y saltos sin asistencia alguna desde alturas inimaginables. Todo, con los excesos propios del género.

Esa, desgraciadamente, es la única parte que le sale bien a Bay en sus cintas: la logradísima estela de destrucción que van dejando héroes y villanos sin que la cámara vuelva ni un momento a ver a los —seguramente— miles de muertos que van quedando en pos de las nobles causas que siempre tienen los protagonistas.

El problema vuelve a ser que el director asume su mundo futurista con una ingenuidad que puede perdonarse en Volver al futuro —que a fin de cuentas es una comedia de aventuras—, pero que aquí funciona en demérito de la historia. Así, vemos transportes que viajan en rieles a 30 metros sobre el nivel del piso, urinarios que miden los niveles de sodio, y motocicletas que vuelan según convenga a la historia.

Y es que en lugar de obligar a sus personajes a adaptarse a un mundo tecnologizado y hostil, el realizador se saca de la manga juguetitos que curiosamente su héroe, Lincoln Eco-Seis, sabe operar, además de que se le aparecen justo en el momento en que más los necesita.

No hace falta decir que Scarlett Johansson luce preciosa durante toda la película o que el final se adivina desde la mitad de la misma; no obstante, a diferencia de Pearl Harbor o Armageddon, La isla se deja ver si uno no tiene más pretensiones que matar un par de horas.
 
 
 
 
 
       

CANAL RSS
YOUTUBE
CONTÁCTANOS


DISTRITO CINE. Los contenidos de este sitio están sujetos a una licencia Creative Commons 2.5, con excepción del material (fotos, imágenes, videos) procedente de terceros.