Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Cuando llega el último tercio de Luz de luna, la única impresión que puede tenerse de su protagonista, Chiron (Trevante Rhodes), asumiendo que no supiésemos nada de su infancia ni de su adolescencia, es la de un intimidante vendedor de droga de los barrios marginales de Atlanta. Parco, duro, con un cuerpo forjado en el gimnasio y cuyo estatus se define por el oro que lleva en el cuello, las muñecas e incluso los dientes.

Chiron parece haber adoptado esa fachada de acorazado tras años de dolorosa vulnerabilidad, de sufrimiento durante una niñez solitaria, abandonado por una madre adicta al crack (Naomie Harris), y una adolescencia marcada por matones que aprovechaban su carácter retraído, pues para él era imposible llenar las expectativas de supuesta masculinidad que todos a su alrededor demandaban.  

El director Barry Jenkins rehúye cualquier obviedad sobre la homosexualidad, incluido el simplismo del amaneramiento, de su protagonista. Ante un mundo intolerante y hostil, el chico se hunde en un hermetismo exasperante del que sólo sale por momentos y ante personas que le quieren y lo aceptan, como Juan (Mahershala Ali), un vendedor de droga que se vuelve su figura paterna y a quien probablemente busca parecerse cuando se ha vuelto mayor.

El cartel de la cinta es una síntesis del retrato que Jenkins elabora en tres distintos momentos de la vida de Chiron y que evidencian la estructura narrativa de la pieza teatral en tres actos (In Moonlight Black Boys Look Blue) en la que se basa. El realizador no sólo tiene una propuesta visual para cada una de estas estaciones de su personalidad, sino que consigue darles profundidad a un niño, un adolescente y un hombre joven que apenas se comunican.

No hace falta hacer explícito nada para saber que ese mayor de edad descrito al principio de este texto sea quizás el más endeble y atormentado por la represión en la que vive; no porque los demás se atrevan a hablar de él como un marica, sino porque es el que más intensamente vive y al realmente le pueden romper el corazón.