Julio A. Quijano Flores

Durante toda la película, Dakota Fanning da miedo. En la tercer media hora, Robert De Niro es quien da miedo. Al final, el miedo resulta una cosa decepcionante.

Por supuesto, todo thriller corre el riesgo de ser decepcionante. En ese sentido, Bajos instintos es el ejemplo de la solución fácil y por el contrario, se puede mencionar El resplandor como la cinta más inspiradora por el complicado hecho de que su director, Stanley Kubrick, construyó toda una mitología para darle sentido a la trama.

A la mitad de estos extremos, Hollywood ha producido en los últimos años varios filmes que poco a poco elevan el suspenso, pero desembocan todas en una solución psicológica facilona. Es decir, como dice el crítico Gustavo García, le tienen miedo a los fantasmas.

El club de la pelea y La ventana secreta son ejemplos típicos de estas cintas en cuyo final el espectador descubre que ha sido engañado: no estaba viendo dos personajes, sino uno mismo con personalidad múltiple. Mente Siniestra capitaliza este nuevo gusto por el thriller de solución psicológica y puesto que está a la mitad de los extremos, entonces la revelación resulta decepcionante, sobre todo si se le compara con un trabajo como El resplandor de Stanley Kubrick.

Y esta comparación no es gratuita. Mente siniestra cuenta la anécdota de un psicólogo, David Callaway (Robert De Niro), quien se va con su hija Emily (Dakota Fanning) a vivir a una casa de campo. La intención es recuperarse del shock por el suicidio de su esposa Alison, quien fue encontrada muerta en la tina del baño tras cortarse las venas. En cuanto llegan a su nueva casa comienzan a suceder cosas inexplicables, sobre todo a las 2:06 de la madrugada, la misma hora en que Alison murió.

Primero, en la pared del baño aparece una leyenda en rojo: "¿Viste lo que has hecho?". Luego aparece un perro muerto en la tina con otra leyenda: "¿Ahora si has visto lo que hiciste?". Finalmente, una vecina voluptuosa interpretada por Elizabeth Shue y que quiere conquistar a David termina muerta al caer por la ventana de la recámara de Emily.

El espectador ve a Robert De Niro descubriendo con horror cada uno de estos sucesos en los que su hija siempre está presente como única posible culpable. Pero la niña siempre responde que es Charlie (su amigo imaginario) quien pintó las sentencias, mató al perro y asesinó a la vecina frondosa. Lo espeluznante del asunto es que Charlie tiene un objetivo único: perturbar a David.

En el desarrollo de la historia, el director John Polson introdujo varios guiños a El resplandor, de Kubrick. Comienza con el parecido de Dakota Fanning con Shelley Duvall, aquella actriz que interpretara a la esposa de Jack Nicholson. Los rostros de ambas actrices son igual de perturbadores y Dakota parece la versión infantil de Shelley.

Además, hay un momento en que De Niro aparece con el rostro desencajado frente a una puerta cerrada, cuchillo en mano. La escena remite a Jack Nicholson en su momento de mayor locura destrozando una puerta cerrada con su hacha.