Juan Carlos Romero Puga | @jcromero
Algo hay que agradecerle a Billy Bob Thornton no sólo en la cinta Los Osos de la mala suerte, sino en Bad Santa, otro de sus anteriores trabajos. En ambos casos, su actuación, la decadencia de su personaje, su lenguaje de pirata ebrio y su tipo de gentuza despreciable son fundamentales a la hora de construir una historia bastante más honesta de lo que pueden decir muchos —lo que al fin y al cabo implica cierta crudeza— sobre lo que muchas veces significa ser niño.
Si bien Los Osos de la mala suerte es un remake del filme de 1976, protagonizado por Walter Matthau y Tatum O'Neal —lo cual deja de manifiesto la escasez de buenos guiones en la actualidad—, esta versión tiene la enorme cualidad de perderle el respeto a las convenciones sociales, sobre todo en un país que ha hecho de lo "políticamente correcto" un concepto que empieza a rayar en lo ridículo.
Morris Buttermaker (Billy Bob Thornton) es el entrenador de un pésimo equipo infantil de beisbol y trabaja como exterminador de plagas, aunque alguna vez tuvo un pasado brillante que lo llevó incluso a un equipo de las Grandes Ligas.
Buttermaker tiene un vocabulario particularmente rudo para tratar con niños, usa a sus jugadores para colocar sustancias tóxicas en las madrigueras de ratas y los premia llevándolos a comer a Hooters —cuyas meseras son el plato principal—; sin embargo, sus peloteros no son menos duros e impulsivos.
La clave de la cinta no está, venturosamente, en el niño de baja autoestima que al final gana un juego con un lanzamiento o un batazo final —eso sería echar abajo toda la película—, sino en hacer todo lo contrario.
El mérito de Los osos de la mala suerte está en su director Richard Linklater —quien ya había hecho cosas de llamar la atención como La Escuela del Rock— y en la pluma de los guionistas Glenn Ficarra y John Requa, autores del estupendo guion en la mencionada Bad Santa.
Finalmente, si bien este filme no está exento de clichés propios de su género, éstos resultan un poco menos chocantes que en el grueso de las historias infantiles que tratan de enseñar sólo "cosas bonitas". Esta película es una excelente opción, sólo hay que mantener la mente un poquito abierta. |