Juan Carlos Romero Puga | @jcromero
Planeta 51 no tiene nada qué envidiarle a varios de los títulos que en tiempos recientes han llegado a las carteleras vía los grandes estudios de Hollywood, porque si bien su historia es demasiado convencional para despuntar entre lo mejor del año, cuenta con lo suficiente para resultar un digno producto de entretenimiento infantil.
Su trama da la vuelta a la situación sobre aliens que invaden la Tierra. Charles T. Baker, astronauta de una misión de la NASA, desciende sobre un planeta desconocido, habitado por seres de piel verdosa que parecen vivir en el equivalente a los años cincuenta de nuestro mundo, con nociones limitadas sobre el universo e ideas paranoicas sobre la vida extraterrestre, que en este caso se convierten en un simil de los prejuicios de nuestra sociedad contra lo diferente y lo desconocido.
Lem, un adolescente, aprendiz de guía en un planetario, se convierte en el único amigo del humano y pese a tener sus propias grandes preocupaciones, decide mostrarse solidario, ayudándole a ocultarse de la agencia antialienígena mientras encuentra la forma de regresar a la Tierra, en lo que por supuesto intenta ser uno de los grandes mensajes de la cinta.
Sin momentos realmente memorables o particularmente emotivos, se nota en Planeta 51 un ánimo de trascender en el circuito comercial que hoy copan Dreamworks, Pixar o Sony Animation, por lo que también es notable su renuncia a un tratamiento más profundo de sus premisas argumentales, particularmente la de una población que actúa por miedo, todo lo cual es sustituido por referencias y guiños a cintas clásicas que se han vuelto recurso para mantener el interés del público más adulto en la sala.
Es un hecho que el mercado infantil acusa ya un agotamiento en sus ideas, que ni siquiera con la "grandiosidad" de las tres dimensiones Lluvia de hamburguesas o La Era de Hielo 3 han logrado convertirse en piezas trascendentes. Planeta 51 no tendrá problema alguno en hacerse un lugar entre esas cintas gracias a su impecable trabajo de animación, su historia modesta, pero genuinamente entretenida, todo lo cual se valora más cuando uno se entera de que la mano que está detrás de todo este producto es española. |
CANAL RSS