SOSPECHAS MORTALES

DIRECCIÓN: Nick Cassavetes
TÍTULO ORIGINAL: Alpha Dog (2006)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Nick Cassavetes
FOTOGRAFÍA: Robert Fraisse
MÚSICA: Aaron Zigman
DURACIÓN: 117 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

El mundo real sigue siendo rico en historias, siempre que se les sepa contar. Alpha Dog es una cinta de crimen nada despreciable que se vuelve todavía más interesante gracias a la posibilidad de indagar más en el caso real en la que se inspiró.

Con excesiva ayuda de las autoridades de Santa Bárbara, California, quienes facilitaron información del caso, el director Nick Cassavetes (The Notebook, 2004) logró recrear el peculiar hecho que hizo de Jesse James Hollywood, un proveedor de droga de apenas 20 años, el hombre más joven de la lista de los más buscados del FBI.

El primer acierto es que el mundillo de las drogas que intenta recrear esta cinta no es tan irreal como muchos creen. A partir de algunos rasgos, el filme permite ver el ambiente en el que el joven narcotraficante Johnny Truelove (Emile Hirsch) se mueve en su propia historia; no son los barrios marginales de Los Ángeles, sino el Valle de San Fernando, donde él mismo tiene una mansión desde la que controla su negocio y holgazanea el día entero entre fiestas, amigos, chicas verdaderamente sexys, y totalmente alejado de cualquier forma de autoridad. Hasta ahí, no hay material más que para infartar a algunos padres de familia impresionables.

Lo que viene a continuación no es necesariamente duro en términos de violencia física —que por cierto se nota bien dosificada a lo largo del metraje—, pero aporta el quid dramático alrededor del cual se desarrolla el resto del relato. Amenazado por Truelove, debido a una deuda de 1,200 dólares, Jake Mazursky (Ben Foster), uno de sus vendedores de droga, decide enfrentársele y comenzar una batalla en la que juran matarse.

Camino a saldar cuentas con Mazursky, Johnny y su gente encuentran a su medio hermano, Zach, de 15 años de edad, a quien secuestran como garantía de pago, pero quien en realidad no la pasa tan mal, pues se incorpora con relativa facilidad a la actividad de los miembros de la banda, con quienes comparte bebida, droga, fiestas y chicas, experimentando una especie de necesaria liberación de las obligaciones en casa y del cuidado materno.

Cassavetes recurre a la ilusión cinematográfica y rueda breves fragmentos que presenta a manera de testimoniales, como si insertara material documental en su ficción fílmica.

Aunque es inevitable notar cierto tono aleccionador y una especie de reproche al papel de los padres de familia en los actos de los hijos, Alpha Dog sí alcanza a proyectar un entorno carente de la hipocresía que hace tan ridículas muchas cintas mexicanas, y que generalmente nos pone en pantalla a un puñado de buenos muchachos que se exceden un fin de semana. Aquí hablamos de rufianes que se mueven con soltura entre la clase media y que cuentan con una independencia económica que les garantiza tener lo que quieren. Más que inmoralidad, amoralidad absoluta.

Además de una historia subida de tono, la película contiene dos buenas sorpresas en las personas de Emile Hirsch y el ex cantante Justin Timberlake, quienes afrontan el reto actoral con sobrada dignidad.

No creo conveniente decirles más de los crímenes perpetrados por este célebre macho alfa de 20 años, los cuales finalmente dan razón a Sospechas mortales —horrendo título en español de este trabajo meritoriamente independiente—, pero sí les gustará saber que el estreno de la película debió retrasarse más de un año, pues los abogados del real Jesse James Hollywood arguyeron que su exhibición podría influir sobre el veredicto en el juicio que actualmente enfrenta su cliente.

 
 
 
 

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