BAJOS INSTINTOS 2

DIRECCIÓN: Michael Caton-Jones
TÍTULO ORIGINAL: Basic Instinct 2 (2006)
PAÍS: Reino Unido, Almania, España, Estados Unidos
GUION: Leora Barish, Henry Bean
FOTOGRAFIA: Gyula Pados
MÚSICA: John Murphy
DURACIÓN: 114 minutos

 
       

Juan Carlos Romero Puga | @jcromero

Indudablemente, son pocas las mujeres que pueden exudar la cínica sensualidad de Sharon Stone en su papel de la novelista Catherine Tramell. Hace 14 años, el personaje pasó a la historia del cine por una escena, de apenas unos segundos, en que cruza las piernas durante un interrogatorio policial.

Bajos instintos 2 intenta revivir a aquel personaje, pero se esfuerza demasiado en ser atrevida, lo cual se nota. Lo primero y más importante, es que Stone pierde credibilidad; esclava del glamour, de las fiestas de excesos y la intriga, nadie se pregunta nunca de dónde saca tiempo para escribir los best sellers de los que tanto se habla en el filme.

En la trama, Catherine Tramell ha decidido dejar Estados Unidos para radicar en Londres. Ahí se ve involucrada en un accidente automovilístico en el que ella sale ilesa, pero muere una estrella del futbol inglés. La fiscalía la acusa de los hechos y la obligada a someterse a una evaluación psiquiátrica a manos de uno de los mejores médicos en ese ramo, el doctor Andrew Glass (David Morrisey).

Éste es el segundo momento en que la historia se tambalea. No es que la mujer no se vea arrebatadora, no es que no nos percatemos de su visible incomodidad por la ropa interior o que ella misma no sea la tentación hecha mujer. Se trata de que este sujeto al que nos presentan como un reputado e inflexible analista, sea tan ridículamente incapaz de mantener la cabeza fría frente a una manipuladora, y tan ingenuo para enredarse en cualquier cantidad de intrigas asesinas.

En ésta, como en la precuela dirigida por Paul Verhoevenn, nunca hay pruebas concluyentes para acusar a la mujer de nada. Su compostura es ejemplar en las situaciones más comprometedoras y no necesita una coartada porque siempre hay alguien más idiota para sospechar de él.

El final busca ser ingenioso, introducir un bandazo, pero el recurso resulta inútil ante un producto tan poco emocionante. Vaya pues, Bajos instintos 2 es un thriller de domingo, entretenido, pero nada trascendente. La premisa de que es imposible vivir debatiéndose entre el trabajo y el deseo sin volverse loco, es un tanto insostenible, por decir lo menos.

Vale decir que el fin de semana de su estreno en la Unión Americana, esta cinta logró meter apenas un poco más de 3 millones de dólares en taquilla, en comparación con los 40.2 millones de Scary Movie 4. Un fracaso mayúsculo.

 
 
 
 
       

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