JACK EL CAZAGIGANTES

DIRECCIÓN: Bryan Singer
TÍTULO ORIGINAL: Jack the Giant Slayer (2013)
PAÍS: Estados Unidos
GUION: Dan Studney, Darren Lemke, Christopher McQuarrie
FOTOGRAFÍA: Newton Thomas Sigel
MÚSICA: John Ottman
DURACIÓN: 114 minutos

 
 
 
 
   
 
 

Fi fa fo, nunca pidas que el trueno aparezca… Este cuento empieza mientras un par de niños; ella, rica; él, pobre, se acurrucan en su castillo/cabaña para escuchar de cuando la Tierra estaba habitada por gigantes, y de cómo el rey Erik el Terrible logró combatirlos, aunque esas moles lograrán encontrar un camino de regreso.

Jack, el cazagigantes, dirigida por Bryan Singer (responsable de las dos primeras cintas de X-Men y de Superman Regresa, entre otras) es la versión en acción superlativa del cuento de Juanito y los frijoles mágicos, ahora en esteroides.

La tecnología permite apreciar gigantes animados —y fusionados con los actores reales en una línea cada vez más tenue e imperceptible— francamente horribles: algunos como kilométricas cabezas jíbaras, otros bicéfalos, con ojos saltones y dientes con toneladas de sarro. Las persecuciones, batallas y armas medievales, a un ritmo altamente energético, son la constante en el filme de 114 minutos, que pese a la acción, de pronto pesan. La película da la sensación de largura innecesaria. Es de esas películas que parecen próximas a terminarse, pero a las cuales en realidad todavía les restan 40 minutos de historia.

Y eso que podemos apreciar a un jovial Ewan McGregor como un capitán de armas que asocia sus esfuerzos por combatir a los gigantes con Nicholas Hoult (antes en el remake de Furia de Titanes, y en X-Men: Primera Generación) y Eleanor Tomlinson (El ilusionista y Alicia en el País de las Maravillas). Cumplidores, entretenidos, arman una épica amena.

La anécdota extendida e inspiradora de David contra Goliat se eclipsa un poco ante otra característica del filme: las reiteradas alusiones a la princesa Isabel (que luego será la reina Isabel), así como a la corona que tiene el poder de dominar a los gigantes, que, camuflada, luego reposará ni más ni menos que en la mismísima Torre de Londres. Es decir, un homenaje a la corona británica.

Jack, el cazagigantes, un filme palomero que encantará a chicos y grandes un domingo por la tarde.

 

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